
Colombia tiene 44 millones de habitantes, una población similar a la de España, de los que 3.200 están actualmente retenidos por los paramilitares colombianos. Sistiaga muestra la saña con que los captores humillan y destruyen la autoestima de los secuestrados, y revela cómo se graban esos vídeos patéticos a los que llaman pruebas de vida.
En el reportaje se pregunta a los verdugos, muchos de ellos padres con hijos, cómo son capaces de raptar niños de seis años y pedir rescates millonarios. Se trata de entender cómo la industria del secuestro se ha convertido en un negocio atroz, que se extiende también por México, Venezuela o Brasil. El autor pretende buscar alguna explicación lógica al hecho de que guerrillas que hablan de justicia e igualdad mantengan secuestrados durante seis o siete años a políticos elegidos democráticamente.
Algunos de los retenidos, canjeables, policías, soldados o políticos electos, llevan diez años pudriéndose en la selva. Entre ellos está la candidata presidencial Ingrid Betancourt, la más conocida, la más maltratada, la más sufrida, la que empezó su última carta conocida escribiendo: “Selvas de Colombia. Mañana lluviosa, como mi alma…”.
El cantante Juanes ha querido participar en un reportaje que le toca muy de cerca. Un primo suyo fue secuestrado y asesinado. Por eso Juanes canta a capela a la cámara de Cuatro uno de sus temas más comprometidos con la libertad en su país. “Secuestrados: agonía en la oscuridad” es un viaje a las profundidades de la vileza humana, pero también es un estudio de la capacidad de supervivencia y adaptación que podemos tener en situaciones límite.
1 comentario:
Hola, Especiales, aparte e bloguera, soy una "cantera" de Docuzone, recién me has conocido como "dalianegra", y me he bajado no pocos documentales ripeados por ti. Desde Docuzone he localizado este blog y me dispongo ahora a visionar algunos de los documentales de tus entradas.
Estuve en Machu Picchu, y también en la tumba del Señor de Sipán. El ajuar funerario de la foto es una copia, el auténtico se halla en un museo que han construido especialmente para albergarlo en Lambayeque, y que tuve la oportunidad de ver recién inaugurado, en el 2002. También pude conversar con el eminente arqueólogo Walter Alva, aunque fue porque me lo encontré casualmente en un restaurante de Chiclayo, y como había leído un libro suyo, allá que le eché moral y me fui a saludarlo.
Voy a ver si logro agregarme a tu blog como seguidora, aunque como lo han cambiado todo al cambiar la interfaz, a ver si me entero de cómo va y lo consigo, jeje.
Besitos y buena semana.
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